A veces creemos
que cuando atravesamos momentos difíciles – una enfermedad, la pérdida de un
ser querido, un problema económico, una desilusión amorosa, etc. – que Dios nos
ha abandonado, que no nos ama, que nos ha olvidado, y un sin fin de cosas, y experimentamos
sentimientos de angustia, tristeza y hasta rebeldía, llegando incluso en casos
extremos a renegar de la existencia de Dios.
Pues déjame decirte que, precisamente en aquellos momentos de mayor tribulación y desesperación Dios está contigo.
Pues déjame decirte que, precisamente en aquellos momentos de mayor tribulación y desesperación Dios está contigo.
¡Sí! Dios está
a tu lado.
Que cuando
sientes que tu cruz es demasiado pesada y ya no puedes más, Él te tomará en sus
brazos y te dará la tibieza de su regazo y de su amor infinito, porque Dios
nunca nos abandona, solo nos pone a prueba para conocer que tan grande es
nuestra fe, nuestra convicción y nuestra confianza …
Él es nuestro
Padre Celestial y como tal cuida de sus hijos con amor incomparable. Si cuida
de las aves, los peces y de toda la hermosa creación …¡Cómo no ha de cuidar de
sus hijos predilectos! Somos nosotros los que nos olvidamos de Él, los que lo
abandonamos y buscamos sólo cuando lo necesitamos, cuando estamos en momentos
de gran dificultad.
Si ese es tu
caso, y en este mismo instante estas pasando por uno de los momentos más
críticos de tu vida, no lo pienses más y aférrate a Dios con todas las fuerzas
de tu ser, aférrate a Él y entrégale todos tus problemas y tus necesidades.
Pero sobre
todo, entrégale tu corazón, abandónate en sus santas manos y deja que Él actúe,
deja que obre de acuerdo a su voluntad.
No lo
presiones, ni le dirijas una oración angustiada, como diciéndole lo que tiene
que hacer … Sólo ábrele las puertas de tu corazón y deja que Él entre en tu
vida y tome posesión de ella y te conduzca de su mano por los caminos que Él ha
señalado para tí, porque Él sabe que es lo mejor para tu vida.
Si de algo te
sirven mis palabras, habla con Dios a través de la oración, y haz de este medio
maravilloso de comunicación la vía infalible para tener un lazo, un contacto
permanente con Él.
No dejes que el
dolor, por grande que este sea, te acaben y te conviertan en una persona
incrédula, irritable y desconfiada.
Tú tienes la
decisión en tus manos, piensa que Dios te envía pruebas muy duras, no para
alejarte de Él, sino todo lo contrario, para acercarte más a Él, y que a partir
de ese momento lo hagas tu amigo inseparable, un amigo como no hay otro, que
está dispuesto a escucharte y abrirte sus brazos las 24 horas del día.
un amigo
al que puedes acudir sin temor ni recelo alguno, porque Dios es Amor, y ÉL
quiere compartir ese amor contigo para siempre … ¡Recuérdalo ! la decisión está
en tus manos.
Autor: Eduardo Sànchez Elizalde