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domingo, 11 de noviembre de 2012

GAVIOTA HERIDA...







Hoy he visto morir el mar sobre la playa;
su agonía de espumas blancas, esta tarde, sembró mi corazón de tristeza.

 
 
 
     Las gaviotas, rompían el cielo azul a golpe de alas blancas; Su piar llegaba a mis oídos, colgando lágrimas de sal en mis ojos negros...
    Hoy, tristes recuerdos, rodean mi corazón, como las frías cadenas atenazan los pies del esclavo.
    Estoy solo  sobre la arena de la playa de la vida; miles de sueños están muriendo, en el santuario de mi triste corazón.
   Nubes blancas, islas de ensueño, perdidas en la inmensidad del cielo y del mar; casitas, solitarias´ cálido hogar, criaturas jugando junto a la chimenea... vientres preñados de ilusiones que nunca parirán...
    Hoy mis ojos lloran, recuerdos felices, sobre un presente plomizo, cargado de infinita tristeza.
    El amor... ¡ah el amor!, espuma derramada, sobre la playa de la vida, muriendo en silencio  tras la resaca de las olas...
    amor que te fuiste caminando, sólo, con los pies denudos, hacia donde nacen, mecidas por el viento cálido, del atardecer, las olas.
    Hoy, aunque intento sonreír al ver pasar por el cielo las gaviotas, la risa se muere a la puerta de mis labios abiertos...
    Quiero poner un poco de orden en mi corazón herido, mientras una bandada de gaviotas rompen el azul de cielo, derramando su alegre graznido; pero los recuerdos no me dejan.
    Me he quedado sólo en la playa, con la mirada mojada en las olas saladas de mi llanto... busco entre los mil colores de este atardecer, tu silueta, hecha a golpes de rayos de luz, de este suave atardecer...
    Al marchar quedó grabada en la arena la huella de tus pies descalzos, camino abierto de sueños imposibles.de una intensa puesta de sol. 
     Dentro de mí, comienza la noche, el silencio...
    Una gaviota solitaria regresa de cielos sublimes; al pasar me regala su triste piar; vuelvo sobre mis pasos, dejando en cada huella mi triste soledad... la vida sigue... sigue y siempre seguirá


Muy dentro de mi corazón está empezando la noche de inmensa tristeza. Sobre el mar, aguas de colores, espejo de una puesta de sol que está muriendo sobre el horizonte...pero el amor que se fue tras la última ola salada de mis ojos, ya nunca volverá.


    Soy un mendigo de amor que busca la compañía de la amada y de tanto buscar,  me quedé atado a la soledad.
 
Ven conmigo gaviota solitaria, y llena de compañía mi fría soledad, llena de luz mi pobre vida, llena con el blanco de tus alas mis ansias de volar, llena de paz mi triste vida, llena de alegres notas  mi cantar.
    Sí, ven conmigo gaviota; si tú me enseñas, aprenderé a volar, buscando caminos azules, sin espumas, sin arenas, sin olas muertas, sin amores muertos...
    ven conmigo, juntos venceremos la nostalgia, y volveré de nuevo a sonreír, tras el camino  de la felicidad.
FLORENTINO.
 
AZUL Y NIEVE.
   
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 







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