SÓLO
SABE A PAN…
Esta mañana, tal
vez por el cansancio, tal vez por el hambre, o quizás porque a veces vivo
anclado en el pasado, o simplemente sin saber por qué; ni creo que tenga que
saberlo; resulta que…
Cogí un trozo de
pan reciente y con cierta solemnidad, me lo llevé a la boca; ¡oh sorpresa! Ese sabor
a pan reciente me trajo a la memoria el mismo sabor de aquel pan de mi pueblo
hecho en el horno de mi abuela, y
en el horno de leña del señor
Vicente. hace ya más de cincuenta años.
Doy fe de ello, me
trajo el mismo sabor, la misma textura. Por un momento sentí cierta emoción
contenida, y en el rostro de mi hija de siete años, creí que me encontraba,
cara a cara, con mi infancia perdida, en la maraña de mis años.
No es la primera
vez que me ocurre; hay veces que me llegan sensaciones que parecen reales,
olores, sabores, colores, sonidos, que se ubicaron en mi pasado personal.
Vienen a mi
memoria, como, traídos, por el capricho de un dios del destino, regresando al
presente, de forma clara y palpable pareciendo casi real.
Podría poner un
ejemplo para ilustrar lo que intento expresar, pero sería demasiado prolijo y
además no daría con las expresiones adecuadas. Es un pasado lejano que se hace
presente en mi presente como si fuera presente… AZUL Y NIEVE.
Florentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario